Waste raw materials, the wrong strategy

Recently the case of a biodiesel manufacturer in Korea became known, which had to stop its production due to the poor quality of the Palm Mill Oil Effluent (POME) that it was trying to process.

In this situation, everyone will lose, the waste collector, the trader, the biodiesel company, the final blender… And everything seems to be solved through the courts, and it will be several hundred thousand dollars in damages, like this like the incredible cost of lawyers in a lawsuit of this type.

In any industry, the usual practice has always been to have a specification for raw materials. These specifications must be met, as they are stipulated in the contract.

It works in this way within the oilseed raw materials market for food, technical or animal feed use. Mainly because these raw materials derive from a market of oils for food, which have always had their demand covered. In other words, demand is «always» satisfied by supply.

If there is a sufficiently large supply, in other words, when the supply exceeds the demand, the buyer has the power of negotiation, who can put demands on the quality level and seek the best balance between price and quality. In this case the commercial work is to sell the product earlier and better than our competitors.

In the case that the offer is insufficient to cover the demand, the bargaining power is held by the seller, who auctions to the highest bidder. In this case, the commercial work is on the purchase side, it’s not only to pay more, you have to be able to deal with those matters that others cannot deal with. And take away a scarce resource from our competitors.

For the production of biofuels, the current and future situation is a clear market of demand.

The REDII Directive proposes a growing incorporation of raw materials considered “Advanced”, what it’s now known as a circular economy raw material, in other words, the use of waste. Use the word resource instead of waste.

These raw materials are detailed in Annex IX of the directive. This annex has two parts

• Part B with the well-known UCO and category 1 and 2 fats, with a contribution limited by a maximum percentage. The directive understands that it is a product with a mature and sufficiently developed market.

• Part A with the rest of raw materials, most of them to be developed, with the exception of POME and Tall oil, which are the only materials nowadays with certain volumes available.

At the same time, we are faced with the current scenario of prohibition in some countries of palm and soybean oil, the main commodities in vegetable oils.

We must also add an increase in the demand for residual raw material from current and ongoing HVO projects, which can double the world production of biofuels in 10 years.

The replacement of vegetable oils in biodiesel, and the new demand for HVO, give rise to a great need for oils from part A of Annex I.

These oils are originally waste, and their quality level is low or very low compared to first-use vegetable oils, for which most biodiesel plants in the world were designed.

Faced with this scenario of demand and quality, the one who pays more and better will take the product, and he must be capable of working with low-quality products.

Many managers have the myopia of whoever pays has the power, and this is true in markets where there is more supply than demand, in markets where demand is higher than supply, it is the opposite. Those who continue with that approach have a very difficult time sourcing and continuing the activity of their plants and their jobs.

A leader in the HVO market more than five years ago said that his investments were focused on being able to treat with low or very low-quality products, seeing his figures it seems to be the right strategy.

The quantity of raw materials in part A of Annex IX today is limited and of low quality, so for being able to treat them, today is a basic industrial skill, tomorrow will be a standard in the market. The waste collection is not an industrial business, the one who is capable of treating the matter will take it away. Whoever the supplier treats, it will keep the plant stopped.

Whoever does not adapt his plant to be able to work with low-quality oils, will have a very difficult continuity in the market.

The plant can be prepared to work with any acidity, sulphur, chlorine, etc, and complying with the standard, both, for its use for HVO and to obtain 100% prEN 14214 biodiesel. Contact us, from Technoilogy we can update your plant to be able to deal with future challenges.

Materias primas residuales, la estrategia equivocada

Recientemente se conoció el caso de un fabricante de biodiesel en Corea, que tuvo que parar su producción derivado de la mala calidad del Palm Mill Oil Effluent (POME) que estaba intentado procesar.

En esta situación van a perder todos, el recolector del residuo, el trader, la empresa de biodiesel, el mezclador final… Y todo parece que se solucionara vía judicial, y serán varios cientos de miles de dólares en daños y perjuicios, así como el increíble coste de abogados en un pleito de éste tipo.

En cualquier industria, la práctica habitual de siempre ha sido el tener una especificación para las materias primas. Estas especificaciones deben de ser cumplidas, ya que están estipuladas en el contrato.

Se trabaja de esta forma dentro del mercado de materias primas oleaginosas pasa uso alimentario, técnico o alimentación animal. Fundamentalmente porque estas materias primas derivan de un mercado de aceites para alimentación, que siempre han tenido cubierta su demanda. Es decir, la demanda “siempre” es satisfecha por la oferta.

Si hay una oferta suficientemente grande, es decir que la oferta supera a la demanda, el poder de la negociación lo tiene el comprador, quien puede poner exigencias a nivel de calidad, y buscar el mejor equilibrio entre precio y calidad. El trabajo comercial es para vender el producto antes y mejor que nuestra competencia.

En el caso de que la oferta sea insuficiente para cubrir la demanda, el poder de negociación lo tiene el vendedor, ya que subasta al mejor postor. En este caso el trabajo comercial está del lado de la compra, no sólo hay que pagar más, hay que ser capaz de tratar aquellas materias que otros no pueden tratar. Y quitarles un recurso escaso a nuestros competidores.

Para la producción de biocarburantes la situación actual y futura es una situación de un mercado marcadamente de demanda.

La Directiva REDII plantea una incorporación creciente de materias primas consideradas “Avanzadas”, lo que no es otra cosa que lo que hoy se conoce como materias primas de economía circular, es decir utilización de residuos. Usar la palabra recurso en lugar de residuo.

Estas materias primas están detalladas en el Anexo IX de la directiva. Este anexo tiene dos partes

  • La parte B con el archiconocido UCO y las grasas categoría 1 y 2, con una aportación limitada por un máximo porcentual. La directiva entiende que es un producto con un mercado maduro y suficientemente desarrollado.
  • La parte A con el resto de materias primas, la mayor parte de ellas a desarrollar, con la excepción del POME y del Tall Oil, que son las únicas materias a día de hoy con ciertos volúmenes disponibles.

Al mismo tiempo nos encontramos con el escenario actual de prohibición en algunos países del aceite de palma y de soja, las principales commodities en aceites vegetales.

Debemos sumarle además un incremento en la demanda de materia prima residual proveniente de los proyectos actuales y en curso de HVO, que pueden doblar la producción mundial de biocombustibles en 10 años.

La sustitución de los aceites vegetales en biodiesel, y la nueva demanda de HVO, dan lugar a una gran necesidad de aceites de la parte A del Anexo I.

Estos aceites son originariamente residuos, y su nivel de calidad es bajo o muy bajo comparado con los aceites vegetales de primer uso, para lo que fueron diseñadas la mayor parte de plantas de biodiesel en el mundo.

Ante este escenario de demanda y calidad, se va a llevar el producto aquel que pague más y mejor, además de aquel que sea capaz de trabajar con productos de calidad baja.

Muchos directivos tienen la miopía de quien paga manda, y eso en mercados donde hay más oferta que demanda es así, en mercados dónde la demanda es superior a la oferta es al contrario. Aquellos que continúen con ese enfoque tienen muy difícil aprovisionar y dar continuidad a sus plantas y al empleo en las mismas.

Un líder en el mercado del HVO ya hace más de cinco años dijo que sus inversiones se centraban en poder tratar con productos de baja o muy baja calidad, viendo sus números parece que fue la estrategia acertada.

La cantidad de materias primas de la parte A del Anexo IX hoy es limitada y de baja calidad, por lo que el poder tratarlas, hoy es una necesidad capital, mañana será un standard en el mercado. El gestor de residuos no es un industrial, aquel que sea capaz de tratar la materia se la llevará. Quien quiera que el proveedor la trate se quedará con la planta parada.

Quien no adapte su planta a poder trabajar con aceites de baja calidad, va a tener una muy difícil continuidad en el mercado.

Se puede tener la planta preparada para trabajar con cualquier acidez, azufre, cloro, y cumpliendo norma, tanto para su uso para HVO como para obtener biodiesel 100% prEN 14214, contacte con nosotros, desde Technoilogy podemos actualizar su planta para poder hacer frente a los desafíos futuros.